jueves, 17 de septiembre de 2009

BAMBI


Bambi

Érase una vez un bosque donde vivían muchos animales y donde todos
eran muy amiguitos. Una mañana un pequeño conejo llamado Tambor fue
a despertar al búho para ir a ver un pequeño cervatillo que acababa
de nacer. Se reunieron todos los animalitos del bosque y fueron a
conocer a Bambi, que así se llamaba el nuevo cervatillo. Todos se
hicieron muy amigos de él y le fueron enseñando todo lo que había en
el bosque: las flores, los ríos y los nombres de los distintos
animales, pues para Bambi todo era desconocido.
Todos los días se juntaban en un claro del bosque para jugar. Una
mañana, la mamá de Bambi lo llevó a ver a su padre que era el jefe
de la manada de todos los ciervos y el encargado de vigilar y de
cuidar de ellos. Cuando estaban los dos dando un paseo, oyeron
ladridos de un perro. "¡Corre, corre Bambi! -dijo el padre- ponte a
salvo". "¿Por qué, papi?", preguntó Bambi. Son los hombres y cada
vez que vienen al bosque intentan cazarnos, cortan árboles, por eso
cuando los oigas debes de huir y buscar refugio.
Pasaron los días y su padre le fue enseñando todo lo que debía de
saber pues el día que él fuera muy mayor, Bambi sería el encargado
de cuidar a la manada. Más tarde, Bambi conoció a una pequeña
cervatilla que era muy muy guapa llamada Farina y de la que se
enamoró enseguida. Un día que estaban jugando las dos oyeron los
ladridos de un perro y Bambi pensó: "¡Son los hombres!", e intentó
huir, pero cuando se dio cuenta el perro estaba tan cerca que no le
quedó más remedio que enfrentarse a él para defender a Farina.
Cuando ésta estuvo a salvo, trató de correr pero se encontró con un
precipicio que tuvo que saltar, y al saltar, los cazadores le
dispararon y Bambi quedó herido.
Pronto acudió su papá y todos sus amigos y le ayudaron a pasar el
río, pues sólo una vez que lo cruzaran estarían a salvo de los
hombres, cuando lo lograron le curaron las heridas y se puso bien
muy pronto.
Pasado el tiempo, nuestro protagonista había crecido mucho. Ya era
un adulto. Fue a ver a sus amigos y les costó trabajo reconocerlo
pues había cambiado bastante y tenía unos cuernos preciosos. El búho
ya estaba viejecito y Tambor se había casado con una conejita y
tenían tres conejitos. Bambi se casó con Farina y tuvieron un
pequeño cervatillo al que fueron a conocer todos los animalitos del
bosque, igual que pasó cuando él nació. Vivieron todos muy felices y
Bambi era ahora el encargado de cuidar de todos ellos, igual que
antes lo hizo su papá, que ya era muy mayor para hacerlo.
FIN

Félix Salten.
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