jueves, 17 de septiembre de 2009
EL GRANJERO BONDADOSO
El granjero bondadoso
Un anciano rey tuvo que huir de su país asolado por la guerra. Sin
escolta alguna, cansado y hambriento, llegó a una granja solitaria,
en medio del país enemigo, donde solicitó asilo. A pesar de su
aspecto andrajoso y sucio, el gran-jero se lo concedió de la mejor
gana. No contento con ofrecer una opípara cena al caminante, le
proporcionó un baño y ropa limpia, además de una confortable
habitación para pasar la noche.
Y sucedió que, en medio de la oscuridad, el granjero escuchó una
plegaria musitada en la habitación del desconocido y pudo distinguir
sus palabras:
-Gracias, Señor, porque has dado a este pobre rey destronado el
consuelo de hallar refugio. Te ruego ampares a este caritativo
granjero y haz que no sea perseguido por haberme ayudado.
El generoso granjero preparó un espléndido desayuno para su huésped
y cuando éste se marchaba, hasta le entregó una bolsa con monedas de
oro para sus gastos.
Profundamente emocionado por tanta generosidad, el anciano monarca
se pro-metió recompensar al hombre si algún día recobraba el trono.
Algunos meses después estaba de nuevo en su palacio y entonces hizo
llamar al caritativo la-briego, al que concedió un título de nobleza
y colmó de honores. Además, fian-do en la nobleza de sus
sentimientos, le consultó en todos los asuntos delicados del reino.
FIN
Cuentos Infantiles
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