jueves, 17 de septiembre de 2009
EL TRAJE DEL EMPERADOR
El Traje del Emperador
Hubo una vez un emperador que era muy presumido, sólo pensaba en
comprarse vestidos. Tenía un grupo muy numeroso de sastres que
constantemente le hacían nuevos ropajes, porque deseaba ser el
emperador mejor vestido de todos los reinos del mundo.
Cierto día llegaron al palacio imperial dos pícaros muchachos,
pidiendo ser recibidos por su majestad. Decían que eran unos
afamados sastres que venían de lejanas tierras. El emperador, al
conocer la noticia, les hizo pasar inmediatamente.
- Majestad, hemos traído una tela que es una maravilla -dijo uno de
los pícaros.
- No la pueden ver los ignorantes, pero a los inteligentes les gusta
mucho -dijo el otro.
El emperador se entusiasmó con lo que decían y pidió a los falsos
sastres que le comenzaran inmediatamente un vestido con aquella
tela, que enseñaría a todo el mundo.
Los pícaros pidieron para los gastos grandes sumas de dinero y joyas
valiosísimas. Hacían creer que cortaban y cosían el vestido, cuando,
en realidad, no cosían nada. Y aquellos que lo veían, para que no
les llamaran ignorantes, decían que era un vestido muy original.
Llegó el día en que el emperador fue a probarse el famoso vestido.
Cuando se lo presentaron quedó admirado. ¡No veía el vestido! Y para
que sus súbitos no pensaran que no era inteligente, decidió
disimular.
Todo el pueblo esperaba que pasara el emperador, ya que tenía gran
curiosidad sobre cómo sería el majestuoso ropaje. Entonces apareció
el emperador. Iba caminando desnudo ante el asombro de todos.
Un gran silencio se hizo en la calle, pero nadie dijo nada para que
no se le llamara ignorante. Sólo un niño, con su inocencia, dijo:
- ¡Mirad, mirad, el emperador va desnudo!
Ante esto, todo el mundo dijo lo mismo y el emperador sintió mucha
vergüenza. Fue un día triste para él, Aprendió una gran lección: LO
IMPORTANTE EN ESTA VIDA NO SON LOS R0PAJES, SINO SER SINCERO EN TODO
LO QUE HACES.
FIN
Cuentos Infantiles
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario