jueves, 17 de septiembre de 2009
EL PATITO FEO
El Patito Feo
En una hermosa mañana primaveral, una hermosa y fuerte pata
empollaba sus huevos y mientras lo hacía, pensaba en los hijitos
fuertes y preciosos que pronto iba a tener. De pronto, empezaron a
abrirse los cascarones. A cada cabeza que asomaba, el corazón le
latía con fuerza. Los patitos empezaron a esponjarse mientras piaban
a coro. La madre los miraba eran todos tan hermosos, únicamente
habrá uno, el último, que resultaba algo raro, como más gordo y feo
que los demás. Poco a poco, los patos fueron creciendo y aprendiendo
a buscar entre las hierbas los más gordos gusanos, y a nadar y
bucear en el agua. Cada día se les veía más bonitos. Únicamente
aquel que nació el último iba cada día más largo de cuello y más
gordo de cuerpo.... La madre pata estaba preocupada y triste ya que
todo el mundo que pasaba por el lado del pato lo miraba con rareza.
Poco a poco el vecindario lo empezó a llamar el "patito feo" y hasta
sus mismos hermanos lo despreciaban porque lo veían diferente a
ellos.
El patito se sentía muy desgraciado y muy sólo y decidió irse de
allí. Cuando todos fueron a dormir, él se escondió entre unos
juncos, y así emprendió un largo camino hasta que, de pronto, vio un
molino y una hermosa joven echando trigo a las gallinas. Él se
acercó con recelo y al ver que todos callaban decidió quedarse allí
a vivir. Pero al poco tiempo todos empezaron a llamarle "patito
feo", "pato gordo"..., e incluso el gallo lo maltrataba. Una noche
escuchó a los dueños del molino decir: "Ese pato está demasiado
gordo; lo vamos a tener que asar". El pato enmudeció de miedo y
decidió que esa noche huiría de allí. Durante todo el invierno
estuvo deambulando de un sitio para otro sin encontrar donde vivir,
ni con quién. Cuando llegó por fin la primavera, el pato salió de su
cobijo para pasear. De pronto, vio a unos hermosos cisnes blancos,
de cuello largo, y el patito decidió acercarse a ellos. Los cisnes
al verlo se alegraron y el pato se quedó un poco asombrado, ya que
nadie nunca se había alegrado de verlo. Todos los cisnes lo rodearon
y lo aceptaron desde un primer momento. Él no sabía que le estaba
pasando: de pronto, miró al agua del lago y fue así como al ver su
sombra descubrió que era un precioso cisne más. Desde entonces vivió
feliz y muy querido con su nueva familia.
FIN
Cuentos Infantiles
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es un cuento muy lindo a mi pequeño le encanta y tiene un gran significado
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