jueves, 17 de septiembre de 2009

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO



La Gallina de los Huevos de Oro

Érase un labrador tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una
vaca. Era el más pobre de la aldea. Y resulta que un día, trabajando
en el campo y lamentándose de su suerte, apareció un enanito que le
dijo:
-Buen hombre, he oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna
cambie. Toma esta gallina; es tan maravillosa que todos los días
pone un huevo de oro.
El enanito desapareció sin más ni más y el labrador llevó la gallina
a su corral. Al día siguiente, ¡oh sorpresa!, encontró un huevo de
oro. Lo puso en una cestita y se fue con ella a la ciudad, donde
vendió el huevo por un alto precio.
Al día siguiente, loco de alegría, encontró otro huevo de oro. ¡Por
fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días tenía un
nuevo huevo.
Fue así que poco a poco, con el producto de la venta de los huevos,
fue convirtiéndose en el hombre más rico de la comarca. Sin embargo,
una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:
"¿Por qué esperar a que cada día la gallina ponga un huevo? Mejor la
mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro".
Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna
mina. A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este tonto
aldeano malogró la fortuna que tenía.
FIN

Cuentos Infantiles

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